20.6.14

Fringe-ada

Un día después de terminar 'Fringe', aún se me llenan los ojos de lágrimas al recordar un tulipán blanco, y todo lo que ello conlleva. ¿Quién me iba a decir que una serie de ciencia ficción me iba a provocar tantos sentimientos encontrados?

Hablar de 'Fringe' es hablar de lo improbable, es tratar de abrir la mente hacia universos paralelos y diversas líneas temporales, de viajes al subconsciente y experimentos mortales, de casos inexplicables, de personajes tan complejos como la trama con la que tratan...

Y larga vida a 'Fringe' por eso. Por traernos a la vida a un personaje tan sumamente perfecto como Walter Bishop, interpretado por un tremendo John Noble, capaz de hacerte reír y llorar en la misma escena, con su obsesión por el regaliz, por esos comentarios salidos de la nada, inventándose continuamente los nombres de Astrid, caminando desnudo por su casa, resolviendo todo los misterios aún cuando nadie ve solución, y sacrificándose.
El resto de reparto también es de mención: desde Anna Torv y sus dos papeles, a mi querido Joshua Jackson, que me hizo olvidarme completamente de Pacey a los pocos capítulos, Jasika Jones como Astrid y todos los demás nombres que a Walter se le van ocurriendo, Lance Riddick como Broyles, Seth Gable y sus dos sublimes Lincolns o Kirk Acervedo como Septiembre (magistral)...entre otros muchos.

Creo que todos odiamos los finales. Pero uno aún mas los odia cuando no están a la altura de lo que una serie te ha dado durante mucho tiempo....Y no, no es el caso de 'Fringe' precisamente. Después de una 5º temporada centrada en el futuro, dónde nada estaba siendo como hasta ahora nos tenían acostumbrados, llega ese capítulo 13, que te deja sin habla desde el minuto 1. Y te enseña que 'Fringe' no es solo ciencia ficción. Es mucho más. 
Trata de cuánto un padre puede querer a su hijo. De cuánto un hijo puede querer a un padre.
Y un tulipán blanco es la prueba.




Adiós 'Fringe', te echaré mucho de menos.




***** Aunque es muy difícil elegir un capítulo, he de admitir que ese momento en el que se convierten en dibujos animados, me puede, y mucho. 


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