Querida yo a
los 10 años:
Qué envidia
te tengo.
No es que no
te envidie también a los 11 o a los 12. Pero es que los 10, son los 10.
Te recuerdo
así, con esos ojos saltones por los que se nos reconoce desde que nacimos, y
esos labios a lo Angelina Jolie que harán a muchos preguntar si hemos pasado
por quirófano. Te recuerdo ligeramente alta, y con un cuerpo que estaba
destinado a aumentar inmesurablemente. Te recuerdo vivaz, siempre cantando y
bailando, algo que tampoco ha cambiado mucho...Cantabas y bailabas porque no
tenías nada de qué preocuparte.
Recuerdo ese
carácter, el cómo todos te decían que
eras una caprichosa, qué siempre te enfadabas por todo y por nada, qué siempre
querías que todo saliera como tu pedías...y recuerdo que no entendías por qué
no podía ser así. ¿En el fondo no es lo que queremos todos?
Recuerdo que
ya desde ese entonces, tu imaginación era desbordante. Jugabas a ser profesora
corrigiendo exámenes que tú misma te hacías; a ser actriz de cine interpretando
escenas de Matilda, o Harry Potter; a ser bailarina, o veterinaria, aunque no
te gustaran mucho los animales. Soñabas despierta, pensando que en un futuro
próximo, todos esos sueños serían realidades.
Querida yo a
los 10 años:
¿Recuerdas
esa ilusión que te hizo cuando papá y mamá te dijeron que ibas a tener una
hermanita? Mucha. Aunque a veces te quitara ese protagonismo que te morías por
tener. Y te encantaba decirle que no la querías solo para que ella se echara a
llorar y así abrazarla con fuerzas y decirle que era mentira, que nunca podrías
dejar de hacerlo. Te encantaba jugar y reír con ella. Y hay cosas que nunca
cambian...
Lo que sí lo
hacen son los amigos.
No pienses
que todo va a ser tan malo como lo ves ahora.
Tienes la
sensación de que estás sola en el mundo. En el colegio a veces se ríen de ti,
se enfadan contigo y te llaman cosas tipo "vaca lechera" o "niña
mimada de la seño". Te haces pequeñita, mientras ves como todo avanza.
Pero no te preocupes. Quiénes se reían de ti, quiénes se enfadaban contigo, se
convertirán en los pilares de tu vida. Llegarán a ser tus mejores amigos.
Y tu
familia. Nuestra querida y gran familia. Lo ves todo como un gran puzle, donde
cada miembro es una pieza. Esa tía que tiene mucha mala leche y siempre se
enfada contigo, ese primo que tan mal te cae, esa otra que más que tu prima es
tu hermana...Y el puzle se irá haciendo más grande conforme los años pasan, y
para qué engañarte, el destino y sus malas encerronas harán que algunas piezas
caigan....Pero esa tía que tanta mala leche tenía se convertirá en la alegría
de la fiesta, con ese primo que tan mal te llevabas, pasarás miles de grandes
momentos y esa otra que más que tu prima es tu hermana, sin sorpresas ninguna,
lo seguirá siendo.
Tu familia.
Nuestra querida y gran familia.
Querida yo a
los 10 años:
No será
fácil.
Habrá
momentos en los que quieras gritar de rabia. Muchos otro simplemente te
encerrarás en la habitación de tu nueva casa (que será el hotel rural para tus
amigos a lo largo de los años) y llorarás, o saltarás por la ventana y te
acostarás en la azotea mirando a las estrellas mientras te planteas qué es lo
que te ha llevado hasta aquí.
A veces te
sentirás pletórica. Harás viajes inolvidables, harás grandísimos amigos,
planearás miles de cosas, beberás cerveza a montón (si, aunque no te lo creas, te
gustará) y te empancharás a chocolate y coca cola. Porque hay cosas que es
mejor dejarlas como están.
Tomarás
decisiones locas y absurdas que te llevarán a buen puerto. Pero siendo sincera,
dejarás escapar más oportunidades de las que deberías. Por miedo, por
inseguridad. Por el maldito miedo y la maldita inseguridad. Después de 11 años,
siempre nos acompañan, ¿eh?
Querida yo a
los 10 años:
No sé.
Quizás diciéndote todo esto consigo que afrontes las cosas de otra manera. A lo
mejor te atreves a decirle a ese chico (el cual aún no sabes que te va volver
loca) que te gusta. A lo mejor te rebelas contra alguno de esos que se meten
contigo. O quizás levantes la mano para contestar a alguna pregunta que han
hecho en clase qué estás segura que sabes. Quizás no le dices que no a alguna
de esas fiestas donde no conoces a
nadie, o que te lances a la aventura de irte a estudiar fuera algo que
realmente te guste. Puede que aprendas a decir que no, cuando no quieres y
puede que aprendas a obligarte a decir que si, cuando te mueras de ganas. Tal
vez te aventures a hacer puenting y te apliques eso de que "las cosas que
dan miedo suelen valer la pena"...
Y tranquila,
que casi obligada por las circunstancias, superarás el miedo a volar.
Querida yo a
los 10 años:
Como te
enseñará una de tus series favoritas: "Live the life. Live the dream. No
fear"
Atentamente,
Tú. Yo.
Nosotras.