9.4.14

Series mil: Parte 2

Durante estos meses he podido añadir a mi lista nuevas series. Algunas son de estas que llevan años en antena y  no me atrevía a ver (por razones diversas), y otras son nuevas joyas televisivas a las que fue difícil no engancharse. Pero todas de digna mención.

(Sin orden de preferencia)

Masters of sex



 Series que contengan sexo explícito, hay millones. Series que hablen del sexo sin tapujos, también. Pero una serie que hable sobre los pioneros en el estudio de la sexualidad humana, y de la forma que se hace aún situándose en los años 60 (si, donde las mujeres se quedaban en casa esperando por sus trabajadores maridos sin ninguna queja al respecto) es lo que hace que 'Masters of sex' sea tan especial. Y sus protagonistas son el causante principal de la atracción. Michael Sheen y Lizza Caplan llevan al límite dos personajes a simple vista opuestos. Él, un médico dedicado íntegramente a su trabajo, buscando alguien que entienda esa obsesión suya por explorar la sexualidad, mientras descuida la suya con su mujer y sus ganas de aumentar la familia. Ella, una revolucionaria de le época. Madre soltera y sin ataduras, no deja que nadie la controle, lo único importante en su vida es sacar adelante a sus hijos, y no a cualquier precio.


Una variedad de secundarios que le dan más calidad a la serie si puede, con escenas subiditas de tono, pero sin llegar al in extremis. Un gran descubrimiento, aún cuando sabemos como acabará. Es lo malo de las cosas basadas en hechos reales. 






Los misterios de Laura

Seamos sinceros. La ficción nacional ya no es lo que era. O será que estamos más exigentes (o más americanizados). Y pese al éxito que tienen y han tenido muchas de nuestras series como 'Águila Roja' o 'El tiempo entre costuras', hace tiempo que vivo desligada de lo español. Y me cuesta admitirlo.
Así que cuando TVE empezó a promocionar la tercera temporada de 'Los misterios de Laura' me entró el gusanillo. ¿Por qué no? ¿ No me encanta todo lo que tiene que ver con descubrir crímenes imposibles tipo Sherlock? Pues si. ¿Pero me gusta Maria Pujalte? Pues no. Y he ahí el primer contra que le ponía.                                                                                 Aún así me aventuré. Aguanté mis ganas de estrangularla por esa gestualidad incesante, y fui neutral con la trama. Fui neutral con los personajes. Fui neutral con la escenegrofía. Fui neutral con ese humor metódico, para nada hiriente. Y dejé de ser neutral, para  pasar a ser fan incondicional.
De repente, te das cuenta de que esa gestualidad de Maria Pujalte es lo que le da el punto al personaje de Laura, que Fernando Guillén Cuervo parece nacido para ser Jacobo, que ahí está Oriol Tarrason y ese punto romántico sexual de Martín, (o el doctor Watson), y la extraña a la par que entrañable pareja de Cuevas y Lydia, los adorables gemelos e incluso la madre controladora y entrometida, que junto a su hija dan muchos momentos desternillantes.
Sí. Soy una orgullosa seguidora de 'Los misterios de Laura', aunque mis amigos me miren mal cuando lo digo. Cada capitulo, cada caso, es mejor que el anterior. Eso sí, tenemos que dejar volar nuestra imaginación, no ser muy escépticos. Menos mal que nunca se me ha dado bien eso de tener los pies en la tierra.

QUEREMOS 4º TEMPORADA DE LAURA, TVE!!






Arrow
Los héroes/ superheróes nunca han sido lo mío. Y lo dice una empedernida seguidora de 'Smallville'
 (arrastrada por la presencia de Tom Welling). Pero todo cambia cuando tu mejor amigo es un friki y aparece una serie como 'Big Bang Theory'. Cambia radicalmente.
Así que cuando en la parrilla de CW se promociona 'Arrow', le hago más caso que lo que solía, le pregunto a mi amigo que cuales son las probabilidades de éxito y más importante, cuáles son las probabilidades de que me gustara. Me dice que si se hace bien, muchas. Me digo a mi misma que viniendo de CW, chungo. Me equivoco como siempre.
'Arrow' o el justiciero encapuchado, comienza a pasitos pequeñitos. Parece una serie como otra cualquiera, salvo que su protagonista después de vivir un episodio a lo titanic y permanecer en una isla en la que pasan cosas extrañas, vuelve a casa convertido en un salvador, capaz de arrebatarle la vida a todas esas personas que le hayan causado algún mal a su ciudad. Y es él, Oliver Queen, lo que viene a ser Stephen Amell, el principal si pero no. Es muy guapo, si. Pero interpretativamente es más no que si.  Menos mal que tenemos a un plantel de secundarios salvadores. Y no, no hablo de Laurel (Katie Cassidy) o su hermana Sarah (Caity Lotz) o como me gusta llamarla: las hermanas plastas roba-escenas. La primera es pasable a ratos, pero a la segunda...ni me molesto.Hablo a la madre de Oliver, Moira Queen (Susanna Thompson), el padre de las hermanas, Quentin Lance (Paul Blackthorne), y mi adorada Felicity (Emily Bett Rickards).
Tenemos unos cómics de los que fiarnos, y sabemos también como está destinado a acabar esta historia, pero parece que los productores y guionistas están jugado mucho con las preferencias de la audiencia (de ahí esos continuos guiños a la pareja de Oliver y Felicity de la que me declaro FAN INCONDICIONAL, aunque mi amigo se encargue de recordarme diariamente que eso solo una ilusión óptica) o la aparición de personajes que no son parte de la trama del personaje, como el de Barry Allen y su conversión en Flash (grandes capítulos) o los continuos enemigos de otros superheróes.
Es cierto que 'Arrow' comienza a pasitos pequeños, pero va asentándose, va madurando capitulo tras capitulo. Y encima es una de las que mejores datos consigue en CW. Pues si que me he equivocado.




Sherlock
Me parece una aberración tener que esperar años por tres míseros capítulos de esta pequeña joya inglesa. Y yo pensaba que en la vida me iba a gustar una serie inglesa (yo es que ese humor Mr Bean, mejor de lejos) y voy y me engancho a la que más espera y desesperación me va a provocar. 
Pero es que es imposible no engancharse al detective más famoso de los tiempos. Es imposible no ser adicta a un Benedict Cumberbatch al que no sabes si tener miedo o hacerle una figura de bronce, y a un Martin Freeman maravilloso. Es un Sherlock moderno, capaz de adivinar lo no adivinable, capaz de advertir lo que al ojo humano es invisible, capaz de realizar una introspección (a lo que él denomina "palacio mental") y erradicar de su mente las cosas no relevantes, ordenar las que ya están y encontrar respuestas. Es capaz de morir y revivir, es capaz de manipular con una sola mirada. Lo pintan como un sociopata con brotes exasperante, saca de quicio a todos los de su alrededor, pero explora su lado más humano con la ayuda de su amigo John Watson.

Sherlock y Watson no son los Sherlocks y Watson que hasta ahora hemos conocido. No son para nada como podíamos imaginar. Son mucho mejor. Son genios. 

'Sherlock' en si es una genialidad. Una genialidad inglesa. 
I AM SHERLOCKED.







Shameless
Y me dejo lo mejor para el final. Empecé a ver 'Shameless' hace dos meses, cuando mi amiga y yo decidimos comenzar a ver una serie juntas con el fin de ir siguiéndola a la par e ir comentándola. Nos vimos 6 capítulos de la primera temporada en una noche, y teníamos tal adicción, que a la mañana siguiente solo queríamos seguir viendo mas.

La historia de los Gallaghers es apasionante. Solo puedes preguntarte continuamente si de verdad existen familias así, con un Frank  alcohólico y desentendido que tiene su domicilio fijo en un bar, una Fiona que despreocupa su vida por conseguir que sus hermanos tengan algo mejor, un Lip inteligente dentro de un contexto destructivo, un Ian que tiene claro sus gustos, pero no si será agrado de los otros, una Debbie que sorprende con tal desparpajo para la edad que representa, un Carl travieso y un Liam adorable. ¿De verdad hay familias así? ¿Familias que tienen que robar para poder comer? ¿Familias que tienen que coleccionar cupones de descuento para poder hacer la compra? ¿Familias que representen tal caos y aún así permanezcan unidas?
'Shameless' como su nombre bien indica, se trata de no tener vergüenza, de decir las cosas como son y tal como son. Da igual cuantas palabrotas se digan, cuantas escenas de sexo se den, cuantas situaciones desesperantes se desarrollen. Todas interactúan bajo el influjo de una trama hilarante, que quizás decae en su segunda temporada, pero que vuelve a remontar en la tercera.

Aunque yo me tengo que parar en la 4º, que acaba de terminar. La madurez de esta 4º temporada ha ganado a todo el público y crítica. A mi la primera. Ha sido maravillosa, la más dramática sin duda, pero un lujo de ver. Me alegro de que la trama de Frank se haya quedado en un segundo plano, sobre todo porque le ha dado un mayor protagonismo a los hijos:
 Carl y Debbie y su adolescencia, explorada desde diferentes puntos de vista pero igual de buenas.
 Lip, y su etapa universitaria, aunque no soporto el papel de Amanda, como tampoco soportaba a Karen (Por favor, más trama con Mandy).
 En cuanto a Fiona, no me malinterpreten, la trama de la cárcel le ha dado la oportunidad de lucirse aún más interpretativamente (si es que hasta ahora no nos había impactado lo de Emmy Rossum), pero me parece que han maltratado un poco el personaje, en ocasiones sentía que le estaba haciendo pasar por mucho más de lo que se merece con todo lo que hace por los Gallagher. 
Y lo mejor de lo mejor. Hasta ahora no había una trama relativa a alguno de los hijos que me gustara más que otra, pero esta temporada, Ian y Mickey me han ganado por goleada. Noel Fisher ya viene desde hace tiempo haciéndolo muy bien, pero no puedo evitar sentir que esta temporada lo ha hecho todavía mejor. Ambos han estado a la altura. Su historia de amor- no amor es un regalo.

Los Gallaghers están madurando. Pero son de estos a los que les sientan muy bien. 'Shameless' es y será siempre un deleite para los sin vergüenzas.


6.4.14

Monroe, Alabama Monroe.






- Alabama.
- ¿Alabama?
- Sí, he cambiado de nombre, como hacen los indios cuando ellos quieren. En fin, cuando sienten que han superado una etapa de su vida.

- Dime, Alabama... ¿Puedo hacerte una pequeña pregunta? Yo, ¿quién soy? Si tú eres Alabama, ¿quién soy yo?

- Monroe.
- Bill Monroe.