Nos levantamos un lunes pensando: "Hoy me pongo a dieta". Queremos, queremos con muchas ansias. Pero ya el viernes nos hemos atiborrado del doble de carbohidratos y nos hemos dejado el ejercicio descansando en la cama. No podemos.
El martes nos proponemos ahorrar para irnos de viaje en verano con los amigos. "¿Qué tal echar una moneda de dos euros cada día en una botella lo suficientemente bien precintada para no caer en la tentación de abrirla?" Queremos irnos de crucero o de interrail. Queremos emprender una aventura de estas que puedes recordar por mucho que pasen los años. Pero al siguiente día nos invitan a ir al cine y el verano se ve tan lejos, que no hay botella precintada que se nos resista. No podemos.
Miércoles. Suena el despertador (o tu madre por defecto), y te obliga a hacer frente a otro fatidico día de universidad. Quieres decir: "NOOO, no quiero seguir en esta carrera. No me gusta. No soy feliz." No puedes.
(...)
Quiero muchas cosas.
No sé.
Tengo una lista de innumerables famosos a los que quiero conocer, a los que me gustaría decirles: "Hey, siempre he imaginado que eras mi novio (Dirigido a Bradley Cooper, Chris Pine, James Lafferty y un largo etcetera...)" o "Hey, me encantaría salir de marcha contigo".
Querría acercarme a Amenábar o a Sánchez Arévalo y decirles que gracias a ellos amo el cine.
Quiero poder comprarme toda la ropa que veo en las revistas y que marco con una X cual quiniela.
Pero sobre todo, querría poder hacerlo.
Quién sabe, la vida siempre nos sorprende. O eso dicen.
Tontería número 1: "Si quieres, puedes" (En proceso....lento....)